Un bocado preparado sólo con los mejores ingredientes por el chef Izumi Nakamura. Nadie le parecia digno a Izumi de probar su sushi. Los días pasaban y las desesperación del chef y el odio de los clientes se apoderaron mágicamente del sushi. Su arroz comenzó a endurecerse, sus algas se volvieron quebradizas y su salmón se transformó en una masa grisácea y desagradable. La amargura cambio su aroma y su esencia, hasta el punto que los clientes del restaurante se esfumaron, pero aún recuerdan el olor y la decadencia del sushi, al cual apodaron… FUSHI.